La explotación laboral es un mal que nos sigue aquejando como sociedad. A pesar de vivir en pleno siglo XXI, somos testigos de cómo muchos empresarios siguen sin reconocer los derechos de sus empleados. 

Así, a lo largo de los años nuestro país ha ido modificando sus normas y leyes que velan por el bienestar de los trabajadores. Por eso, en el año 2014 se creó la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (SUNAFIL), entidad pública mediante la cual el Estado Peruano garantiza los derechos de los trabajadores. 

La SUNAFIL ha sido de apoyo para muchos trabajadores, ya que les ha ayudado a exigir el cumplimiento de las normas legales, reglamentarias y convencionales. Dentro de sus funciones se encuentra el brindar orientación y asistencia especializada, y ejecutar las sanciones impuestas en el ejercicio de sus competencias. 

En el ámbito de contratos laborales, la SUNAFIL los divide en Contrato de trabajo vs. Locación de servicios. Mientras que en el primero el empleado tiene un supervisor y un sueldo, el segundo permite que el empleado desarrolle su autonomía y su pago es por honorarios, retribuciones, etc. Muchas veces ambos contratos se desnaturalizan debido a que el trabajador continúa laborando después de la fecha de vencimiento del contrato.

A raíz del COVID-19, se aplicaron contratos sujetos al contexto del estado de emergencia nacional. Entre ellos, el contrato por inicio o incremento de actividad, utilizado por los restaurantes, centros comerciales, entre otros. Fueron rubros que se vieron afectados al reducirse su planilla de trabajadores como consecuencia de las restricciones dictadas durante la emergencia sanitaria. Pero ante la reanudación de las actividades económicas, retomaron sus actividades de forma presencial. 

La otra modalidad que se dio a conocer ante la coyuntura es el contrato por necesidades del mercado, donde las empresas pueden tener un incremento de personal ante la demanda de determinados servicios. Por ejemplo, empresas que se dedican a la fabricación de mascarillas, materiales de protección biológica, productos de desinfección, etc.. 

Cabe resaltar que todas las condiciones laborales que menciona la SUNAFIL para los trabajadores son un conjunto de las reglas de la Ley de contratación y los beneficios de los empleados. 

La función de la SUNAFIL direcciona un proceso el cual empieza por la denuncia o solicitud, luego el orden de inspección, se realizan las actuaciones y medidas inspectivas y, por último, cierran con el informe de inspección o el acta de infracción.

En síntesis, la SUNAFIL ha regularizado casos donde se ha observado falta de respeto ante los colaboradores en diferentes organizaciones. Sin embargo, aún existen diversos casos que, por temor a que se tomen represalias, los trabajadores no exponen su caso. Por ello es necesario como empresa, y como sociedad, cambiar nuestra cultura de pensamiento, dejar de pasar por encima de los demás. Demostrado está que el gran porcentaje que determina el crecimiento de una empresa es gracias al compromiso que muestren sus trabajadores con ella.